Salud

Closeup of a support hands

En la parroquia San Antonio María Claret existe un grupo de Pastoral de la Salud, que atiende a personas enfermas o de edad avanzada. La atención que se presta varía mucho, en adecuación a las necesidades del enfermo: en unos casos sencillamente se les hace compañía; otras veces se les acompaña al médico, o se les ayuda a hacer gestiones, o a resolver alguna dificultad de su vida diaria. También se distribuye la comunión a los enfermos que lo desean y así lo solicitan.

Respecto a las personas que llevan a cabo este servicio, lo hacen siempre de acuerdo con el tiempo que pueden aportar, y en relación con las necesidades del enfermo. En este momento hay 14 personas que colaboran en pastoral de la salud y 52 personas asistidas, la mitad de ellas en una residencia de ancianos.

Con su mano [Jesús] sanó la mano de ella [suegra de Pedro]. Cogió su mano como un médico, le tomó el pulso, comprobó la magnitud de las fiebres; Él mismo, que es médico y medicina al mismo tiempo.

[S. Jerónimo, Com. Ev. Mc, hom. II]

 

En esta tarea nacida de la misericordia se acoge a personas de todas las creencias, si bien el grupo como tal forma parte de la Iglesia, y trata de actuar conforme al espíritu de Jesucristo. De ahí que uno de los servicios más cualificados consista en llevar la comunión a las personas que lo desean. Asimismo, existe un pequeño grupo de feligreses que, aun no pudiendo asistir por sí mismos a los enfermos, debido a que ellos mismos padecen enfermedad o tienen importantes limitaciones de tiempo, oran intensamente por cuantos sufren los estragos de la falta de salud y de la vejez. En general, uno de los criterios principales del grupo en su totalidad es que la oración es la actividad prioritaria y más eficaz, fundamento de la asistencia directa.

La mayor parte de las personas que ayudan sienten interiormente una gran satisfacción religiosa, aunque a veces se encuentran situaciones duras a nivel humano. Junto a lo anterior, es frecuente la convicción de que en la actividad asistencial se recibe mucho más de  lo que poco o mucho que se hace o se da.

Si alguien quisiera unirse a esta labor, que forma parte del corazón de la vida parroquial, no tiene más que comunicárselo a alguno de los sacerdotes que trabajan en la parroquia, particularmente al P. Victorino Rey, que supervisa esta labor más directamente.